Anlalicen estos documentos.
Establezcan relaciones entre ellos.
“EL ORGULLO DE BUENOS AIRES”
“El pueblo de Buenos Aires se enorgulleció mucho de (...) haber
superado el mayor desafío de la historia de la ciudad. Frente a la
amenaza británica, años de riña por los problemas del comercio
cedieron ante la marea de un sentimiento patriótico rayano en la
pasión de una cruzada religiosa.(...)Las invasiones británicas de
1806-1807 echaron por tierra la administración española. El
ejército regular había sido derrotado por Popham y Beresford. El
virrey había huido y poco después fue depuesto. La victoria
había sido conseguida por Álzaga, el Cabildo y una milicia
irregular ad hoc de 8000 hombres que había sido creada entre la
derrota de Beresford y la llegada de Whitelocke.
La milicia había sido formada por Santiago de Liniers, un marino
francés empleado en la armada española, y estaba formada en
gran medida por gente común dividida en regimientos separados
de criollos, negros y españoles. En 1807, a la espera de la llegada
de un sucesor permanente al deshonrado Sobremonte, Liniers se
convirtió en virrey interino, y con su ejército, Álzaga y el Cabildo
gobernaron Buenos Aires.”
Rock, David, Argentina 1516-1987. Desde la colonización
española hasta Raúl Alfonsín, Buenos Aires, Alianza, 1989,
pp. 112-113.
“A partir del 12 de agosto, podemos dar esa fecha como origen
de su carácter militar, empezaron los criollos a conocer su propia
importancia y su poder como pueblo, y aunque tengan pocos
motivos para regocijarse por el triunfo sobre nada más que un
regimiento efectivo, no obstante, el resultado les infundió una
confianza general en sí mismos, un nuevo espíritu caballeresco
entre todos y una consciencia de que eran no solamente iguales
en valentía, sino superiores en número a esas legiones más
regulares con que habían cooperado, y por las cuales hasta aquí
habían sido mantenidos en sujeción tan largo tiempo”.
Gillespie, Alexander, Buenos Aires y el Interior, Buenos Aires, El
elefante blanco, 2000.
Busquen en la web Quién fue Alexander Gillespie, dónde nació, qué estudió, etc.
LOS PRIMEROS CAMBIOS
EN LA NOMENCLATURA URBANA
En 1808 la nomenclatura oficial sufrió por primera vez una
transformación total. En ese año desaparecieron todas las
denominaciones anteriormente citadas, y las calles y las plazas
recibieron los nombres de los héroes de la Reconquista y
Defensa de Buenos Aires ante las invasiones inglesas. En el
conocido como “Manifiesto de Berlanga”, militar e ingeniero
español, se explican las razones para incorporar cada uno de
estos nuevos nombres.
Alberto Piñeiro, Barrios, calles y plazas de la ciudad de
Buenos Aires. Origen y razón de sus nombres, Buenos Aires,
IHCBA, 1997.
CRISIS DEL IMPERIO ESPAÑOL
“ (...) Cabe preguntarse si la monarquía hispánica actúa como un
Estado de cara al conjunto de los naturales de sus distintas
coronas. Debemos tener en cuenta que la cuestión atañe a la
operatividad de un Estado soberano (...). De lo que se trata es de
averiguar si funciona un Estado único y soberano, en el doble
sentido de la ausencia de disponibilidad de su definición
territorial frente a voluntades disgregadoras o agresiones
externas y del monopolio de producción de la ley positiva en un
sistema jurídico sometido al imperio de la ley (...). La soberanía
como conservación del Estado se nos presenta efectiva, mientras
que la soberanía normativa hacia adentro no logra imponerse (...).
Veamos, pues, por partes. Archivos judiciales (...): si bien el rey
es el juez supremo, el derecho civil imperante y el arte de juzgar
no están sometidos al capricho de su voluntad (...). Archivos
militares y diplomáticos: es allí donde parece formarse la
soberanía; allí se encuentran los indicios de una estatidad
creciente; es el mundo de la conservación y reputación”.
Guerra, François-Xavier, Los espacios públicos en Iberoamérica.
Ambigüedades y problemas. Siglos XVIII y XIX, México, F.C.E.,
1998, pp.33-36.
Establezcan relaciones entre ellos.
“EL ORGULLO DE BUENOS AIRES”
“El pueblo de Buenos Aires se enorgulleció mucho de (...) haber
superado el mayor desafío de la historia de la ciudad. Frente a la
amenaza británica, años de riña por los problemas del comercio
cedieron ante la marea de un sentimiento patriótico rayano en la
pasión de una cruzada religiosa.(...)Las invasiones británicas de
1806-1807 echaron por tierra la administración española. El
ejército regular había sido derrotado por Popham y Beresford. El
virrey había huido y poco después fue depuesto. La victoria
había sido conseguida por Álzaga, el Cabildo y una milicia
irregular ad hoc de 8000 hombres que había sido creada entre la
derrota de Beresford y la llegada de Whitelocke.
La milicia había sido formada por Santiago de Liniers, un marino
francés empleado en la armada española, y estaba formada en
gran medida por gente común dividida en regimientos separados
de criollos, negros y españoles. En 1807, a la espera de la llegada
de un sucesor permanente al deshonrado Sobremonte, Liniers se
convirtió en virrey interino, y con su ejército, Álzaga y el Cabildo
gobernaron Buenos Aires.”
Rock, David, Argentina 1516-1987. Desde la colonización
española hasta Raúl Alfonsín, Buenos Aires, Alianza, 1989,
pp. 112-113.
“A partir del 12 de agosto, podemos dar esa fecha como origen
de su carácter militar, empezaron los criollos a conocer su propia
importancia y su poder como pueblo, y aunque tengan pocos
motivos para regocijarse por el triunfo sobre nada más que un
regimiento efectivo, no obstante, el resultado les infundió una
confianza general en sí mismos, un nuevo espíritu caballeresco
entre todos y una consciencia de que eran no solamente iguales
en valentía, sino superiores en número a esas legiones más
regulares con que habían cooperado, y por las cuales hasta aquí
habían sido mantenidos en sujeción tan largo tiempo”.
Gillespie, Alexander, Buenos Aires y el Interior, Buenos Aires, El
elefante blanco, 2000.
Busquen en la web Quién fue Alexander Gillespie, dónde nació, qué estudió, etc.
LOS PRIMEROS CAMBIOS
EN LA NOMENCLATURA URBANA
En 1808 la nomenclatura oficial sufrió por primera vez una
transformación total. En ese año desaparecieron todas las
denominaciones anteriormente citadas, y las calles y las plazas
recibieron los nombres de los héroes de la Reconquista y
Defensa de Buenos Aires ante las invasiones inglesas. En el
conocido como “Manifiesto de Berlanga”, militar e ingeniero
español, se explican las razones para incorporar cada uno de
estos nuevos nombres.
Alberto Piñeiro, Barrios, calles y plazas de la ciudad de
Buenos Aires. Origen y razón de sus nombres, Buenos Aires,
IHCBA, 1997.
CRISIS DEL IMPERIO ESPAÑOL
“ (...) Cabe preguntarse si la monarquía hispánica actúa como un
Estado de cara al conjunto de los naturales de sus distintas
coronas. Debemos tener en cuenta que la cuestión atañe a la
operatividad de un Estado soberano (...). De lo que se trata es de
averiguar si funciona un Estado único y soberano, en el doble
sentido de la ausencia de disponibilidad de su definición
territorial frente a voluntades disgregadoras o agresiones
externas y del monopolio de producción de la ley positiva en un
sistema jurídico sometido al imperio de la ley (...). La soberanía
como conservación del Estado se nos presenta efectiva, mientras
que la soberanía normativa hacia adentro no logra imponerse (...).
Veamos, pues, por partes. Archivos judiciales (...): si bien el rey
es el juez supremo, el derecho civil imperante y el arte de juzgar
no están sometidos al capricho de su voluntad (...). Archivos
militares y diplomáticos: es allí donde parece formarse la
soberanía; allí se encuentran los indicios de una estatidad
creciente; es el mundo de la conservación y reputación”.
Guerra, François-Xavier, Los espacios públicos en Iberoamérica.
Ambigüedades y problemas. Siglos XVIII y XIX, México, F.C.E.,
1998, pp.33-36.